ARTICULOS

69.- Rojas G., Cosme C., Canoso J., Cervantes J., Baquera J.

Isquemia Crítica de Miembros Inferiores por Arteritis de Células Gigantes.
Rev Mex Angiol 2000; 28: 79-82.
Resumen: Presentamos el caso de una mujer de 72 años de edad con isquemia crítica de los miembros inferiores por arteritis de células gigantes, documentado clínica, arteriográfica y patológicamente (biopsia arteria temporal), con excelente respuesta al tratamiento con prednisona y ciclofosfamida.

68.- Cervantes J., Rojas G., Shuchleib S., Guadarrama E., Chousleb A.

Laparoscopic VS Open Hernia Repair: A Comparative Study of Operating Time, Hospitalization and Total Hospital Costs.
Endoscopic Surgery. Monduzzi Editore.
International Proceedings Division. 2000.

67.- Cervantes J., Rojas G., Antón J.

Is Routine Intraoperative Cholangiography necessary?
Endoscopic Surgery. Monduzzi Editore.
International Proceedings Division. 2000.

66.- Cervantes J., Rojas G., Antón J.

Changing Conducts in Common Bile Duct Explorations.
Endoscopic Surgery. Monduzzi Editore.
International Proceedings Division. 2000.

65.- Rojas G., Cervantes J., Gerson R., Flores C., Villalobos A.

Trombosis Venosa Profunda del Miembro Superior.
Rev Mex Angiol 2000; 28: 39-46.
Resumen: Aunque los fenómenos trombóticos venosos profundos de los miembros superiores ocupan menos del 5% de todas las trombosis venosas profundas, recientemente en nuestra práctica clínica hemos observado un incremento de estos casos, principalmente asociados al empleo de catéteres venosos centrales, razón por la cual decidimos hacer una revisión del tema y de la casuística de los autores.

64.- Rojas G., Gerson R., Cervantes J., Flores C., Villalobos A.

Acceso Vascular en el Paciente Oncológico.
Experiencia de 200 casos.

Cir Ciruj 1999; 67: 200-204.
Resumen: Presentamos 6 años 9 meses de experiencia con el manejo de 200 pacientes oncológicos a quienes se les colocó catéter Port-A-Cath. Los padecimientos oncológicos asociados más frecuentes fueron: cáncer de mama 33.5%, cáncer bronco-pulmonar 11.5% y linfoma 10.5%. De los catéteres que se colocaron, 98.5% fue en la vena cava superior y 1.5% en la cava inferior. No hubo mortalidad operatoria. Morbilidad operatoria en 3.0% de los pacientes: en 3 hubo mal posición del catéter hacia la vena yugular interna, en 2 se presentó infección de la herida quirúrgica y en uno neumotórax.
Se obtuvo seguimiento completo en 95.5% de los casos, que varió de 0.33 a 78 meses, durante el cual 63.35% de los pacientes falleció a los 12.66 meses promedio por progresión de su enfermedad oncológica. Morbilidad no operatoria en 5.23% de los pacientes: 4 con sépsis del reservorio, 2 con trombosis venosa profunda axilo-subclavia, 1 con necrosis cutánea por infusión subcutánea de Adriamicina, 1 con fractura parcial del catéter, 1 con trombosis del reservorio y 1 con migración espontánea del catéter.
En 94.76% de los pacientes restantes, sus catéteres funcionaron sin problemas y fueron utilizados en promedio cada 21-28 días. En relación a los resultados de este estudio podemos concluir que el uso del catéter Port-A-Cath como reservorio subcutáneo venoso para acceso vascular central en el paciente oncológico, tiene nula mortalidad operatoria, mínima morbilidad y fue de gran ayuda y comodidad en el manejo quimioterapéutico de estos enfermos.

63.- Rojas G.

Editorial
Cordura, Mesura y Ciencia.
Rev Mex Angiol 1999; 27: 76-77.
Fragmento: Recientemente con el advenimiento y la moda de la cirugía endovascular, se ha comentado en algunos foros sobre las posibles ventajas y desventajas de esta cirugía de alta tecnología, sobre todo desde el punto de vista costo-beneficio enfoque a nuestra realidad nacional. Particularmente creo que antes de preocuparnos por el aspecto costo-benéfico de la cirugía endovascular debemos de estar convencidos científicamente sobre los privilegios reales de esta cirugía de alta tecnología en pro de neutros pacientes, ya que hasta el momento actual, la gran mayoría de los reportes tanto en la literatura nacional como internacional son meramente anecdóticos, siendo pocos o escasos los estudios prospectivos, aleatorios y doble ciegos con un valor científico real y aun estos carecen de seguimiento a largo plazo.

62.- Rojas G., Cervantes J.

Lesiones Vasculares Iatrogénicas.
Rev Mex Angiol 1999; 27: 89-94.
Resumen: Actualmente con el advenimiento de la cirugía de mínima invasión y los diferentes estudios y procedimientos endovasculares, se ha observado un incremento en el número de lesiones vasculares iatrogénicas.
Presentamos 12 años de experiencia acumulada con el manejo de 28 pacientes que sufrieron trauma vascular iatrogénico, secundario a accesos vasculares y cateterismos en el 39.28%, cirugía ortopédica 35.71%, cirugía general 14.28% y en cirugía ginecológica 10.71%. De éstos, el 85.71% ocurrió en adultos y el 14.28% en niños.
En el 83.33% de los casos las lesiones fueron arteriales y en el 16.66% venosas.
Dos pacientes (7.14%) fallecieron y dos requirieron amputación.

61.- Rojas G.

Carta al editor.
Rev Mex Angiol 1999; 27:45.

60.- Cervantes J, Rojas G, Anton J.

Conductas Actuales Ante La Litiasis Coledociana.
Cir Ciruj 1999; 67: 49-53.
Antecedentes: Antes de la cirugía laparoscópica se realizaba con frecuencia la exploración tradicional de las vías biliares en pacientes durante la colecistectomía, arrojando un alto porcentaje de exploraciones negativas. Por lo anterior, se planteó este estudio, a fin de analizar los cambios que han ocurrido en la cirugía de vesícula con el advenimiento de la laparoscopia.
Metodología: Se revisaron los expedientes de todos los pacientes operados por los autores en un periodo de 14 años, mismos que comprenden 7 años antes y 7 después de la introducción de la colecistectomía laparoscópica.
Resultados: En 288 pacientes con cirugía tradicional se exploró la vía biliar en 27.8% de los casos con resultados negativos en 47.6 % de ellos.
En 388 operaciones por laparoscopia se exploró la vía biliar en 8 casos, 2 por laparoscopia 0.81% y 5 con la técnica tradicional 1.28%. En esta serie ante la sospecha preoperatoria de litiasis coledociana, se efectuaron 17 colangiopancreatografías endoscópicas retrógradas (CPER) con resultados negativos en 70% de los casos.
Conclusiones: Los criterios tradicionales para la exploración de las vías biliares durante la colecistectomía deben de ser modificados, pues apegándose a ellos se exploraba la vía biliar innecesariamente, en gran número importante de casos, situación que aún prevalece con la CPER. Por lo anterior, el cirujano debe de cambiar sus técnicas y eliminar los procedimientos innecesarios.