ARTICULOS

99.- Rojas G., Álvarez C., Cervantes J., Cervera A.

Empleo de la Arteria Hipogástrica Autóloga como Injerto Vascular en el Tratamiento de las Lesiones Arteriales Periféricas en Pacientes Pediátricos.
Rev Mex Angiol 2006; 34: 22-25.
Introducción: Tanto por la disparidad con el tamaño del vaso por restaurar como por el potencial crecimiento del paciente pediátrico, el injerto vascular idóneo para reparar lesiones vasculares en este grupo de enfermos no es de fácil elección. Presentamos nuestra experiencia, de enero de 1988 a julio de 2005, con el empleo de la arteria hipogástrica autóloga como injerto vascular libre en cuatro pacientes pediátricos (dos masculinos y dos femeninas), con edades de los siete a los 12 años, que sufrieron lesiones arteriales periféricas: dos en la femoral superficial (AFS), uno en la iliaca externa (AIE) y uno en la axilar (AA).
Mecanismo de trauma: Penetrante en tres casos (una laceración de la AFS con una varilla de acero, una lesión de AFS con la hélice de una lancha y una herida de la AA con un cincho de acero); y un caso de trauma vascular iatrogénico de la AIE durante una hernioplastia inguinal.
Heridas concomitantes: Plexo braquial en un caso, vena femoral superficial (VFS) en dos y fractura de fémur en uno.
Sintomatología: Sangrado en dos, isquemia en uno y pseudoaneurisma en uno.
Técnica quirúrgica: En todos los casos se practicó resección arterial del segmento dañado y reconstrucción con injerto libre de arteria hipogástrica autóloga con anastomosis proximal y distal término-terminal con puntos interrumpidos en “u” de polipropileno 7-0 y 8-0. En los dos pacientes con lesión de la VFS se practicó ligadura.
Resultados: No se registró mortalidad. Morbilidad, paresis del miembro superior por lesión del plexo braquial, en el paciente con laceración de la AA.
Se logró salvamento de la extremidad en 100% de los casos y a un seguimiento de tres a 17 años todos los injertos están permeables.
Conclusiones: A pesar de los pocos reportes sobre el empleo de la arteria hipogástrica autóloga como injerto vascular libre en casos de trauma arterial pediátrico, es una excelente opción que todo cirujano vascular debe tener presente.

98.- Cícero A., Valdéz J., Decanini A., Golffier R., Cícero C., Cervantes J., Rojas G.

Factores que Predicen la Conversión de la Colecistectomía Laparoscópica: 5 Años de Experiencia en el Centro Médico A.B.C.
Asoc Mex de Cirg Endosc 2005; 6: 66-73.
Resumen: La colecistectomía laparoscópica ha sido aceptada como el método de elección para el tratamiento de las patologías quirúrgicas de la vesícula biliar. Sin embargo, a pesar de que es considerada como un procedimiento laparoscópico básico, en ocasiones debe convertirse a un procedimiento abierto.
Pacientes y métodos: Se estudiaron 1,843 pacientes sometidos a colecistectomía laparoscópica del 1 de enero, 1999 al 31 de diciembre, 2003 en el Hospital ABC, utilizando el expediente médico electrónico.
Resultados: Fueron 1,150 mujeres (62.39%) y 691 hombres (37.56%), con una edad promedio de 49 años. Cuatrocientos ochenta pacientes fueron intervenidos de urgencia (26.07%) y 1,361 de forma electiva (73.92%). Hubo 42 complicaciones (2.28%). Las más frecuentes fueron: sangrado del lecho vesicular y sangrado de algún puerto. Se convirtieron 51 casos (2.7%) y en sólo doce de ellos la causa fue una complicación (23.52%). En los 39 casos restantes la principal causa de conversión fue la presencia de adherencias e imposibilidad para identificar las estructuras anatómicas. La edad promedio en este grupo de pacientes fue de 58 años. Cuarenta casos fueron intervenidos de forma electiva (78.47%) y once pacientes de urgencia (21.56%). En ambas, la causa más frecuente de conversión fueron las adherencias y la imposibilidad para identificar la anatomía. El tiempo de estancia intrahospitalaria promedio fue de 6 días. El tiempo quirúrgico promedio fue de 197 minutos. El índice de masa corporal en este grupo de pacientes fue de 26.72 kg/m2 (13.39 a 42.27 kg/m2). Cincuenta por ciento de este grupo de pacientes presentaban colecistitis aguda, el 30% colecistitis crónica y los restantes otras condiciones como síndrome de Mirizzi, coledocolitiasis, etc. La única variable que se relaciona con un riesgo elevado de conversión es la edad (p = 0.01; OR = 1.30). Las diferencias de los días de estancia intrahospitalaria (2.2 vs 6 días) y la diferencia del tiempo quirúrgico también fueron estadísticamente significativos (p = 0.003 [OR = 1.11] y 0.000 [OR = 1.01], respectivamente).
Conclusiones: La causa de la conversión no depende del cirujano, en la mayor parte de los casos se debe a las condiciones inherentes del paciente. No existen factores que puedan predecir si la cirugía laparoscópica tendrá que convertirse.

97.- Rojas G.

Editorial.
¿Hasta cuándo?
An Med Asoc Med Hosp A.B.C. 2005; 50: 56-57.
Fragmento: Entenderemos que el tabaquismo es una pandemia que va en aumento, que ocasiona serios problemas de salud y elevadas tasas de mortalidad. Actualmente, la mortalidad mundial por enfermedades asociadas al tabaco es de 4 millones de personas por año, 8,242 por día y una cada ocho segundos. Se calcula que para el año 2020 serán 10 millones de decesos anuales y uno cada tres segundos. En México, los fallecimientos relacionados a los efectos nocivos del tabaquismo son 53,000 por año, 4,410 al mes, 1,029 por semana, 147 por día y seis cada hora.

96.- Rojas G., Decanini A.

Dolor Asociado a Enfermedades Vasculares.
Gaceta Latinoamericana del Dolor 2005; 2: 3-5.

95.- Cervantes J., Rojas G.

Virchow’s Legacy: Deep Vein Thrombosis and Pulmonary Embolism
World J Surg 2005; 29: S30-S34.
Fragmento: The first recorded case of thrombophlebitis of the lower limbs is probably that found in the ancient Hindu Medicine writings of Susruta, an Indian healer who lived around the year 800 BCE and wrote six medical books. In one of them, he described the case of a patient with a “swollen and painful leg, which was difficult to treat.”

94.- Rojas G., Cícero A., Valdés J., Cervantes J.

Trombosis Venosa Profunda.
15 Años de Experiencia: Factores de Riesgo, Trombofílicos y Marcadores Tumorales.

Rev Mex Angiol 2004; 32: 108-118.
Resumen: Presentamos nuestra experiencia de diciembre 1987 a septiembre 2003 con 275 pacientes (pts.) con trombosis venosa profunda (TVP): 110 masculinos (40%) y 165 femeninos (60%). Edad 9-89 años (55.1 años); de los cuales, 75 pts. (27.7%) presentaron tromboembolismo pulmonar (TEP).
Sitio de trombosis: Extremidades inferiores 246 pts. (89.45%): 164 (66.66%) izquierdas, 65 (26.42%) derechas y 17 (6.91%) bilaterales; de éstos, 72 pts. (29.26%) tuvieron TEP. Extremidades superiores 29 pts. (10.54%): 14 (48.27%) derechas, 12 (41.37%) izquierdas y 3 (10.34%) con síndrome de vena cava superior; de éstos, 3 pts. (10.34%) presentaron TEP.
Los principales factores de riesgo asociados en 124 pts. (45.09%): cáncer 43 (34.67%), embarazo o puerperio 21 (16.93%), periodo postoperatorio 13 (10.48%), catéteres venosos centrales 12 (9.67%), trauma múltiple en 9 (7.25%), enfermedades autoinmunes en 7 (5.64%), hormonales estrogénicos en 5 pts. (4.03%).
A partir de enero de 1996, a 170 pts. (61.81%) se les solicitó perfil trombofílico completo y marcadores tumorales. Se encontraron 41 pts. (24.11%) con 70 trombofilias: deficiencia de proteína S, 23 (32.85%); deficiencia de proteína C, 18 (25.71%); aumento de la homocisteína, 8 (11.42%); factor V de Leiden positivo, 6 (8.57%); mutación gen de la protrombina positivo, 6 (8.57%); deficiencia de antitrombina III, 5 (7.14%); y anticoagulante lúpico positivo en 4 pts. (5.71%). De éstos, 22 pts. (53.65%) presentaron coagulopatías múltiples.
Los marcadores tumorales fueron positivos en 6 pts. (3.5%). Masculinos, 3 (1.76%): antígeno prostático específico en 2 (1.17%) y CA 19-9 en 1 pts. (0.58%). Femeninos, 3 (1.76%): CA 125 en 2 (1.17%) y ACE en una paciente (0.58%).
Conclusiones: En el presente estudio de 15 años 9 meses de experiencia con TVP se encontró una frecuencia de TEP de 27.27%, factores de riesgo asociados en 45.09% de los casos y en 24.11% de los pts. una o más alteraciones trombofílicas. Razón por la cual recomendamos que en todo enfermo con TVP y/o TEP se practique un perfil trombofílico completo (coagulograma, antitrombina III, proteínas C y S coagulométricas, resistencia a proteína C activada/factor V de Leiden, mutación del gen de la protrombina, homocisteína y anticoagulante lúpico).

93.- Rojas G., Cervantes J., Hernández B., Decanini A.

Influencia de las Heparinas de bajo peso Molecular en las Indicaciones para la Interrupción Quirúrgica de la Vena Cava.
Rev Mex Angiol 2004; 32: 66-70.
Introducción: Las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) han demostrado su efectividad tanto en la profilaxis como en el tratamiento de los pacientes con trombosis venosa profunda (TVP) y/o tromboembolia pulmonar (TEP). Se valoró la influencia de las HBPM en la interrupción quirúrgica de la vena cava (VC), para lo cual revisamos nuestra casuística de 12 años con la interrupción endovascular percutánea de la VC utilizando el filtro de Greenfield (IEPVCFG).
Material y método: Del 1-VII-91 al 30-VI-03, 163 pacientes requirieron de la IEPVCFG. Estudio que se dividió en dos periodos. Periodo A del 1-VII-91 al 30-VI-97, los pacientes con TVP y/o TVP eran manejados con heparina no fraccionada (HNF). Periodo B del 1-VII-97 al 30-VI-03, los pacientes con TVP y/o TEP fueron tratados con HBPM y algunos con TEP y evidencia ecocardiográfica de disquinecia ventricular derecha recibieron trombolíticos (rTPA).
Resultados:
Periodo A (HNF) Periodo B (HBPM)
Pacientes 107 (65.64%) 56 (34.35%)
Indicaciones (IEPVCFG) Periodo A (HNF) % Periodo B (HBPM) %
Contraindicación anticoag. 41 (38.38) 26 (46.42)
Falla anticoagulación 27 (25.23) 10 (17.85)
Profilaxis trauma múltiple 12 (11.21) 2 (03.57)
TVP + TEP + cáncer 10 (09.34) 3 (05.35)
Coágulo flotante 6 (05.60) 2 (03.57)
Complicaciones anticoag. 6 (05.60) 3 (05.35)
Profilaxis cirugía cadera 5 (04.67) 0TVP + TEP + rTPA 0 9 (16.07)
Post. tromboembolec. pulm. 0 1 (01.78)
Conclusiones: Con las HBPM, la IEPVCFG disminuyó en 47.67%, sus indicaciones fueron más específicas, aumentando en 17.47% por contraindicación para anticoagulación y disminuyendo por: falla de la anticoagulación, profilaxis por trauma múltiple, TVP+TEP+cáncer, profilaxis en cirugía de cadera, coágulo flotante y por complicaciones de la anticoagulación en 29, 68, 43, 100, 36 y 4.46%, respectivamente. Concluyendo que las HBPM son más confiables en la profilaxis y tratamiento de los pacientes con TVP y/o TEP.

92.- Rojas G., Cervantes J., Decanini A., Hernández B.

Evolución Histórica de la Interrupción Quirúrgica de la Vena Cava.
Experiencia de los Autores.

An Med Asoc Med Hosp A.B.C. 2003; 48: 210-215.
Resumen: En una revisión histórica a partir de 1784 cuando John Hunter practicó la primera ligadura de la vena femoral por tromboflebitis supurativa a la fecha. Han pasado 220 años, durante los cuales ha habido numerosos cambios en las técnicas interruptivas de la vena cava, desde la ligadura hasta el empleo actual de filtros temporales o removibles. Los autores presentan su experiencia, a lo largo de 34 años, en la interrupción quirúrgica de la vena cava como tratamiento o profilaxis del tromboembolismo pulmonar; inicialmente de 1969 a 1988 con el clip de Adams-DeWeese en 103 pacientes y después, de 1987 a 2003, con las tres generaciones del filtro de Greenfield en 198 pacientes.

91.- Rojas G., Cervantes J., Cícero A., Menéndez A.

Persistencia de la Vena Cava Superior Izquierda.
Rev Mex Angiol 2003; 31: 85-88.
Resumen: La persistencia de la vena cava superior izquierda es una anomalía vascular extremadamente rara, presentándose en 0.3 a 0.5% de la población general.
Durante 15 años de práctica privada con accesos venosos centrales es el primer caso que encontramos y creemos ser el único informado en la literatura nacional.

90.- Rojas G., Cervantes J., Álvarez A. C., Cervera A.

Trauma Vascular Poplíteo.
Rev Mex Angiol 2003; 31: 43-46.
Resumen: Las lesiones de los vasos poplíteos siguen siendo la principal causa de amputación por trauma vascular periférico.
Presentamos la experiencia de los autores de junio de 1987 a junio del 2002 con el manejo de 10 pacientes (nueve masculinos y uno femenino) con una variación de edad de 17 a 32 años, que sufrieron lesiones vasculares poplíteas.
Mecanismo de trauma: Contuso seis pacientes (tres luxaciones de rodilla y tres machacamientos del hueco poplíteo), penetrante dos pacientes con heridas por proyectil de arma de fuego y dos casos con lesiones vasculares iatrogénicas. Fueron 10 lesiones arteriales y cuatro venosas.
Presentación clínica: Isquemia siete casos, sangrado dos y masa pulsátil uno. Tipo de reparación vascular. En las 10 lesiones arteriales se practicó resección del segmento afectado, reconstrucción con interposición de injerto de vena safena contralateral revertida en nueve casos y anastomosis primaria término-terminal en uno. De las cuatro lesiones venosas, en tres se practicó resección segmentaria e interposición de injerto de vena safena contralateral no revertida y ligadura en uno. En nueve pacientes se realizó fasciotomía de cuatro compartimentos.
Resultados: No se registró mortalidad. Morbilidad: Dos pacientes (20%) requirieron de amputación supracondílea por mionecrosis extensa a pesar de tener pulsos distales palpables. En ambos casos el tiempo entre la lesión y la reparación vascular fue de más de ocho horas. De los ocho casos restantes 100% presentó mayor o menor grado de edema, siendo persistente en el enfermo con ligadura de la vena poplítea.
Conclusiones: La presente serie de lesiones vasculares poplíteas mostró una frecuencia de amputación de 20%, siendo de 16.6% en los casos de trauma contuso. Encontramos como única variable pronóstica de amputación el retraso en el tiempo de revascularización mayor de ocho horas.