Insuficiencia Arterial Embólica Aguda.
Rev Mex Angiol 2002; 30: 7 – 10.
Resumen: Presentamos nuestra experiencia en el Hospital ABC, de enero de 1992 a junio del 2000, con 70 pacientes (38 Fem. y 32 Masc.), con edad promedio de 69 años, que requirieron 71 embolectomías por insuficiencia arterial aguda.
Factores de riesgo: Tabaquismo 39 (55.71%), hipertensión arterial 26 (37.14%), coronariopatía 22 (31.43%), arritmias 21 (30%), neumopatía 10 (14.29%), uso de estrógenos tres (4.29%) y obesidad mórbida uno (1.43%). El 78.56% presentaba riesgo anestésico (ASA) clase II-III. Veintiún pacientes (30%) estaban bajo anticoagulación oral.
Sitio de embolización arterial: Femoral 38 (53.52%), poplítea 11 (15.49%), humeral 10 (14.08%), aorta terminal 7 (9.85%), subclavia 2 (2.81%), tibial 1 (1.40%), axilar 1 y cubital 1. Valoración preoperatoria: Arteriografía 33 (47.14%), eco-Doppler 17 (24.29%), ecocardiograma 14 (20%) y TAC 1 (4.3%). Se practicaron 71 embolectomías, de las cuales 9 casos (12.67%) requirieron derivación arterial: Carótido-braquial dos (2.81%), femoro-poplítea 2, femoro-tibial 2, femoro-femoral 1 (1.40%), ilio-femoral 1 y aorto-bi-iliaca 1. Mortalidad operatoria 9 pacientes (12.86%): Sepsis 3 (4.28%), IAM 3, ACV 2 (2.85%) y STDA 1 (1.42%). Morbilidad operatoria 19 pacientes (27.14%): Hematoma de herida 8 (11.42%), síndrome compartamental 4 (5.71%), embolización a SNC 3 (4.28%), celulitis 1 (1.42%) y STDA 1. Cinco pacientes (7.14%) requirieron amputación mayor. La estancia hospitalaria promedio fue de 6 días.
Conclusiones: Los resultados de esta serie de embolectomías por insuficiencia arterial embólica aguda, con pacientes cuya edad promedio fue la 7a década de la vida, con ASA II-III en 78.56% de los casos, muestran tanto baja mortalidad (12.86%) como frecuencia de amputaciones mayores (7.14%).
Se trató quirúrgicamente, primero con abordaje laparoscópico que se convirtió a cirugía abierta por dificultad técnica, se realizó colecistectomía parcial con resección del trayecto fistuloso. Actualmente se encuentra asintomática.
Conclusión: La fístula colecisto-cutánea espontánea debe sospecharse por las características del cuadro clínico y la presencia de un orificio en la región sub-costal derecha.