Acceso Vascular en el Paciente Oncológico.
Experiencia de 200 casos.

Cir Ciruj 1999; 67: 200-204.
Resumen: Presentamos 6 años 9 meses de experiencia con el manejo de 200 pacientes oncológicos a quienes se les colocó catéter Port-A-Cath. Los padecimientos oncológicos asociados más frecuentes fueron: cáncer de mama 33.5%, cáncer bronco-pulmonar 11.5% y linfoma 10.5%. De los catéteres que se colocaron, 98.5% fue en la vena cava superior y 1.5% en la cava inferior. No hubo mortalidad operatoria. Morbilidad operatoria en 3.0% de los pacientes: en 3 hubo mal posición del catéter hacia la vena yugular interna, en 2 se presentó infección de la herida quirúrgica y en uno neumotórax.
Se obtuvo seguimiento completo en 95.5% de los casos, que varió de 0.33 a 78 meses, durante el cual 63.35% de los pacientes falleció a los 12.66 meses promedio por progresión de su enfermedad oncológica. Morbilidad no operatoria en 5.23% de los pacientes: 4 con sépsis del reservorio, 2 con trombosis venosa profunda axilo-subclavia, 1 con necrosis cutánea por infusión subcutánea de Adriamicina, 1 con fractura parcial del catéter, 1 con trombosis del reservorio y 1 con migración espontánea del catéter.
En 94.76% de los pacientes restantes, sus catéteres funcionaron sin problemas y fueron utilizados en promedio cada 21-28 días. En relación a los resultados de este estudio podemos concluir que el uso del catéter Port-A-Cath como reservorio subcutáneo venoso para acceso vascular central en el paciente oncológico, tiene nula mortalidad operatoria, mínima morbilidad y fue de gran ayuda y comodidad en el manejo quimioterapéutico de estos enfermos.