Reservorio Subcutáneo Venoso como Acceso Vascular en el Paciente Oncológico.
Rev Inst Nal Cancerol (Mex) 1997; 43(3): 136-141.
Resumen: Presentamos cuatro años de experiencia con el manejo de 135 pacientes oncológicos a quienes se les colocó catéter Port-A-Cath. Los padecimientos oncológicos asociados más frecuentes fueron: cáncer de mama (34.81%), cáncer broncopulmonar (14%) y linfoma (9.62%). El 97.7% de los catéteres se colocaron en la vena cava superior y el 2.2% en la vena cava inferior. No hubo mortalidad operatoria. Se observó morbilidad operatoria en el 2.2% de los pacientes: en dos casos hubo mal posición del catéter hacia la vena yugular interna y en uno se presentó infección de la herida quirúrgica.
Se obtuvo un seguimiento completo en el 80% de los casos que varió de 0.3 a 47 meses, durante el cual el 50% de los pacientes fallecieron, en promedio, a los 8.14 meses por progresión de su enfermedad oncológica. La morbilidad no operatoria se registró sólo en cinco enfermos (4.62%): uno con necrosis cutánea por infusión subcutánea de adriamicina, otro con fractura parcial del catéter, uno más con trombosis venosa profunda axilo-subclavia, otro con trombosis del reservorio y el último con migración espontánea del catéter.
En el 95.37% de los pacientes restantes, sus catéteres funcionaron sin problemas y fueron utilizados en promedio cada 28 días. Con base a los resultados de este estudio, podemos concluir que el empleo del catéter Port-A-Cath como reservorio subcutáneo venoso para acceso vascular central en el paciente oncológico tiene nula mortalidad operatoria, mínima morbilidad y fue de gran ayuda y confort en el manejo quimioterapéutico de estos enfermos.